
Comer bien no significa hacer dietas extremas. Significa cuidar de tu cuerpo con alimentos frescos, variados y equilibrados.
Aquí algunos consejos simples para comenzar:
Añade más frutas y verduras a tus platos diarios.
Elige cereales integrales como avena o arroz integral.
Disminuye el consumo de productos procesados.
Bebe suficiente agua durante el día.
Come con atención, sin distracciones como el celular o la TV.
Pequeños cambios diarios pueden marcar una gran diferencia en tu energía, tu digestión y tu bienestar general.